¿Qué puedo hacer?

¡Mi hijo adolescente me tiene desesperada!

La adolescencia es una etapa de rápido cambio que en más de una ocasión trae de cabeza a los progenitores de la misma manera que lo hace al hijo adolescente.

Para los hijos es un proceso que pasan de la protección de los padres a la independencia y en la que buscan su propia identidad. Para los padres es una época que les produce miedo, en la que los conflictos con sus hijos aumentan porque siguen queriendo tirar de ese cordón umbilical que todavía les une a ellos, a la vez que les imponen más obligaciones en su día a día.

No podemos olvidar que el resultado de la adolescencia comienza en la infancia, donde hay pilares fundamentales que ir colocando. No existen los milagros ni los cambios radicales. Todo es un proceso que de alguna manera se verán las consecuencias.

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Si tienes un hijo adolescente, tus discusiones son cada vez más frecuentes, y sientes que la relación con él ha empeorado te recomiendo que:

  • Fomenta la comunicación con él

Por supuesto si no ha existido durante la infancia os resultará más complicado, pero nunca es tarde para establecer momentos de conversación con tu hijo en los que se cree esa confianza.

Si quieres que él o ella tengan confianza contigo, tendrás que demostrarle que tú también confías en él. Por lo tanto, es importante que en esa rutina de conversación tú también le cuentes cómo te sientes, lo que has hecho, tus expectativas e incluso tus sueños.

  • Escúchale

Muchas veces oímos y no escuchamos. Y sin darnos cuenta nuestros hijos nos están transmitiendo información, nos están lanzando mensajes, a su manera, que pueden ser importantes señales.

  • Suelta el cordón umbilical

Parte de esa confianza también consiste en ir soltando ese cordón umbilical, dándole la seguridad de que es capaz de comenzar a caminar hacia la etapa adulta, a la vez que siente que sigues estando ahí.

  • Permite que se equivoque

Muchas veces y en ese afán de protección queremos que nuestros hijos no se equivoquen. La equivocación no hay que verla como un fracaso tuyo, ni siquiera suya sino como una manera de aprender

  • Transmítele seguridad

Ellos necesitan desde pequeños ese refuerzo positivo, y en este momento más. Los mensajes con palabras positivas, no etiquetarlos de manera negativa, darles el empujón y motivarles para que sigan haciendo cosas os va a ayudar a los dos, y vuestra relación.

  • No olvides que las normas en casa las sigues poniendo tú

Es preferible huir del autoritarismo clásico. Ser asertivos con ellos, ponernos en su lugar a la vez que ponemos nuestras normas, les dará más seguridad.

En cualquier caso, con un hijo adolescente lo mejor es saber ponerse en su lugar. Empatizar con él, os ayudará a todos mantener una mejor relación.