Cómo aceptar el peso en casos de sobrepeso

Si hay una lucha  continua que tienen mujeres y hombres de todo el mundo es con su báscula. Da igual la edad, el entorno, la cultura… El culto al cuerpo es cada vez más continuo y se le da una mayor importancia.

Pero más allá de buscar un fí­sico perfecto o cuasi perfecto, en muchas circunstancias hay mujeres y hombres que su problema va más allá de un físico y llega a perjudicar a la salud. Por esa razón las consultas de endocrinos y de nutricionistas están cada vez más llenas. Y es que hay muchas personas a las que le cuesta aceptar el peso que tienen.

En ocasiones se trata de aprender a comer, de generar nuevos hábitos, de acompañarlo con ejercicio físico. Pero hay otras circunstancias que impiden reducir el peso tal y como les gustarí­a. Y es entonces cuando comienza la propia lucha de aceptación.

Cómo aceptar el peso en casos de sobrepeso

Seguro que te sientes reconocido con una persona, da igual sexo y edad, que tiene más peso del que le gustarí­a, que no acepta su cuerpo, que hace todos los esfuerzos por mejorarlo pero que tiene problemas hormonales que le impiden alcanzar su peso ideal. Es entonces cuando se frustra, no se gusta, tiene una baja autoestima, no se siente seguro, sus relaciones personales se ven perjudicadas y no acaban de aceptar el peso que arroja su báscula.

Además  está harta de llevar la etiqueta de gorda  que un día le pusieron o puso, harta de dar explicaciones y de aguantar en muchos casos las risas o miradas de los demás. Ansía y envidia ya no los cuerpos perfectos, sino uno que le permita ir a comprar a las mismas tiendas que sus amigos y familiares.

Manual para aceptar el peso y sobrellevar el sobrepeso

Si no sabes sobrellevar tu sobrepeso, si no te aceptas, ni te miras al espejo, si está perjudicando tu vida personal o familiar, te sugiero que:

No pongas excusas

Es verdad que levantarte todos los dí­as de la cama y pasar de refilón por el espejo es tu rutina diaria. Elegir ropa del armario se convierte en un suplicio, pero nada de esto debe ser la excusa para no cuidarte. Cuidarte en la medida que dependa de ti, con una correcta alimentación, moviéndote, evitando la vida sedentaria y arreglándote todas las mañanas para verte mejor.

Elimina tu etiqueta

Llevas la etiqueta de gordita/o desde hace muchos años. Hasta que no la elimines y te definas como tal tú  te seguirás viendo solo gorda/o y los demás harán lo propio.

Transforma tu etiqueta

Cambia esa etiqueta por otra que defina a la auténntica persona. Además de tu fí­sico ¿qué otras cosas eres? Seguro que te puedes definir de otras maneras: buena amiga, profesional, constante, luchadora, alegre, familiar…..Busca realmente la etiqueta que te define más allá de los kilos.

Se condescendiente contigo

Seguro que te exiges más que los demás. Te han enseñado o has aprendido a demostrar más. Y esto te lleva a buscar el perfeccionismo. Cuí­date, permí­tete equivocarte, meter la pata y no estar a la altura de las circunstancias.

Reafírmate

Todas las mañanas antes de salir de casa, o cuando te vayas a la cama reafí­rmate en quien eres, en tus logros diarios. El fí­sico es una tarjeta de presentación, pero da igual como sea, porque tu esencia está en tu alma. Y de eso no te puedes olvidar ningún dí­a.

Olvída el victimismo

A todos nos viene bien sentirnos ví­ctimas en más de una ocasión porque así­ buscamos la compasión de los demás, nos refugiamos en él para no avanzar, y que sean los otros los que resuelvan nuestra vida. Tú eres la protagonista de tu vida y responsable de lo que te ocurre, no tus kilos.

Miramos el mundo con nuestros ojos. Y según miremos al mundo, el mundo nos mirará. Por eso debes aceptar el peso que tienes. Posiblemente no tengas el cuerpo perfecto, muy pocos lo tienen, pero el dí­a que empieces a mirar el mundo despojada de tus complejos, el mundo te mirará sin recordarte cuáles son.