Claves.

Aprende a quererte a ti mismo.

Vivimos en una sociedad sumamente competitiva, donde se busca la perfección, en muchos casos no nos aceptamos tal y como somos, nos comparamos con los demás, nos sentimos inseguros y por lo tanto nuestra confianza y autoestima se ven dañadas. La perfección no existe, y tú eres un ser grande tal y como eres. Tan solo necesitas una cosa: aprende a quererte a ti mismo.

De lo contrario te sentirás frustrado, buscarás ser lo que otros son, o lo que consideran óptimo o bueno, y nunca llegarás a conocerte y a aceptarte tal y como eres.

Ha llegado el momento de que aprendas a quererte. ¿Cómo?

1.        Acepta tu origen.

Muchas veces no aceptas tu origen, te gustaría cambiarlo, o mostrar lo que no es. Dale las gracias porque gracias a él, estás aquí. Y este agradecimiento debemos hacerlo desde nuestra infancia y juventud, momentos en los cuales, muchas veces por querer ser aceptados le damos la espalda a lo verdaderamente importante. “Gracias por darme la vida, gracias por mantenérmela” puede ser el primer paso para recordar quienes somos.

2.       Toma conciencia de todas tus virtudes.

Seguro que son más de las que crees. Por muy tontas que te puedan parecer, son aspectos positivos y maravillosos de ti. Te ayudarán a reforzarte y a darte cuenta de las grandes fortalezas que tienes. Puede ser tu simpatía, tus habilidades para hacer determinados hobbies, parte de tu físico o de tus conocimientos, o tengas destrezas a las que nunca has dado importancia porque no te ha costado desarrollarlas. Escríbelas y déjalas en un lugar visible para ti. Es una lista abierta que podrá ir aumentando, o que incluso personas de tu alrededor y confianza, puedan reconocer en ti.

3.       Acepta tus debilidades.

Ya te he dicho que no somos perfectos. Así que seguro que hay aspectos de tu carácter, de tu físico, intelectuales que no te gustan o te gustaría mejorar. No les des la espalda porque también forman parte de ti. Ya sabes que esas imperfecciones nos hacen ser más humanos.

4.       Sé sincero y condescendiente contigo mismo.

¿Qué aspectos de los que no te gustan puedes mejorar? Está muy bien quejarse de lo que no nos gusta, ¿pero puedes mejorarlo? ¿Has hecho algo al respecto? Y ¿Qué haces con lo que no puedes cambiar? Aceptarlo y quererlo tal y como es, porque es parte de tu esencia. Ponte en marcha con aquello que quieras y puedas modificar.

5.       Lánzate mensajes positivos.

Mensajes que te refuercen y que te hagan creer en ti. Deja las críticas a un lado. No te benefician si no te hacen tomar conciencia de que debes cambiar algo. Escribe una frase que te refuerce y dila mirándote al espejo todos los días. “Yo Valgo”. “Yo Puedo”. “Yo Soy”.

6.      Reconócete.

Seguro que no das importancia a muchos retos, objetivos que has conseguido. No tienen que ser sumamente importantes, simplemente son grandes para ti. Aunque no hayan supuesto un gran esfuerzo. Para ello, escribe todos los días tu Diario de Reconocimiento, en el que apuntarás algo que hayas hecho bien, o que hayas conseguido. “¡Tú sí que vales!”

Y no olvides nunca: “Tú eres tu mejor amigo. El único que estará siempre contigo hasta el final”. Así que ha llegado el momento de empezar a quererte porque si no nadie lo va  hacer por ti. ¿No te parece?

Aprende a quererte a ti mismo